יוֹסֵי בֶן יוֹחָנָן אִישׁ יְרוּשָׁלַיִם אוֹמֵר, יְהִי בֵיתְךָ פָתוּחַ לִרְוָחָה, וְיִהְיוּ עֲנִיִּים בְּנֵי בֵיתֶךָ, וְאַל תַּרְבֶּה שִׂיחָה עִם הָאִשָּׁה. בְּאִשְׁתּוֹ אָמְרוּ, קַל וָחֹמֶר בְּאֵשֶׁת חֲבֵרוֹ. מִכָּאן אָמְרוּ חֲכָמִים, כָּל זְמַן שֶׁאָדָם מַרְבֶּה שִׂיחָה עִם הָאִשָּׁה, גּוֹרֵם רָעָה לְעַצְמוֹ, וּבוֹטֵל מִדִּבְרֵי תוֹרָה, וְסוֹפוֹ יוֹרֵשׁ גֵּיהִנֹּם
Iosi ben Yojanán, hombre de Yerushalaim dice: Que tu casa esté abierta de par en par y que los pobres sean parte de los de tu casa y no converses demasiado con la mujer. Esto fue dicho con respecto a su esposa, mucho más [si se trata] de la esposa de su prójimo. Sobre esto, dijeron los sabios: Todo el que conversa demasiado con la mujer, se acarrea el mal a sí mismo, suspende su estudio de la Torah y finalmente se hará merecedor del Gueinóm.
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