Parashat Koraj – Querer equivocarse

En cada generación cambia la realidad que nos rodea. La única fuente que tenemos para saber qué espera Hashem de nosotros, en las nuevas situaciones, es la Torá. Y los grandes estudiosos de la Torá son, naturalmente, los que mejor saben encontrar las respuestas dentro de la Torá.  

En uno de los episodios más críticos de la historia, Koraj cuestiona la fidelidad de Moshé, sin considerar el daño irreparable que eso puede provocar en la transmisión de la Torá.

Si Koraj hubiese logrado convencer al pueblo, para que lo sigan en su levantamiento, se hubiera perdido la emunat jajamim para siempre. Sería imposible para nosotros descubrir cuál es la voluntad de Hashem, sería la pérdida del sentido del mundo.

Sin embargo, cuando la mishná critica la actitud de Koraj, parece ser mucho menos grave: “su discusión no fue leshem shamáim“. Koraj tenía intereses personales en su discusión con Moshé − no era una búsqueda de justicia.

Koraj estuvo a punto de destruir el mundo ¿lo único que se le critica es no tener buenas intenciones?

Uno de los principios más importantes en la toma de decisiones, es no esperar no equivocarnos − somos seres humanos y equivocarnos es parte de nuestro desarrollo personal. Lo que sí se espera de nosotros es que no nos dejemos llevar por intereses emocionales, que nos cuesta reconocer.

Si el acto de Koraj hubiera sido un error, una incapacidad mental, no sería un problema. Hashem controla el mundo y Él se habría encargado de que nada malo surja a causa del error.

Pero Koraj no se equivocó, Koraj “quería” equivocarse: eso lo hace responsable de todas las consecuencias que resulten de su decisión.

El orgullo, la envidia, la pereza, y otros intereses, nos empujan a tomar decisiones erradas. Nuestra única labor es identificar esos intereses manifiestos o subconscientes, superarlos y hacer el bien.