Por Rav Igal Snertz
“אם בחקתי תלכו” שתהיו עמלים בתורה (רש”י)
¿El esfuerzo, para la Torá, es un medio o un fin?
Según la lógica humana, si se puede conseguir lo deseado sin esfuerzo, es lo ideal. Lo normal, es buscar los caminos fáciles en todas las áreas de la vida. Y si se puede entender el estudio con facilidad, qué mejor.
Sin embargo la Torá nos enseña que el ideal, es esforzarse en el estudio de la Torá. Que el esfuerzo no es solo un medio para entender, el esfuerzo en un fin en sí mismo.
Las mitzvot que podemos entender y que tienen un beneficio social, se llaman mishpatim, mientras que las mitzvot en que su impacto va más allá de lo mundano y de la comprensión humana, se llaman jukim.
El esfuerzo, como ideal, no es fácil de comprender. Para nuestra percepción limitada, el esfuerzo es solo un medio para conseguir lo que queremos. En realidad, el esfuerzo es la razón de la Creación y de nuestra existencia. Hashem podría haber creado un mundo perfecto, donde el ser humano no tendría que esforzarse en absoluto. En ese caso, nuestra vida no tendría ni propósito ni sentido. “Adam leamal yulad” – el hombre nace para esforzarse.
La mitzvá de esforzarse en el estudio de la Torá, es parte de los jukim – “im bejukotai teleju – porque su necesidad es anterior a la vida humana, es la razón de la vida humana.
La dificultad de lograr un cambio en las midot, no es un incidente casual. La meta parece ser mejorar nuestra personalidad. Pero, en realidad, el esfuerzo que hacemos en el proceso, es la meta misma.
La necesidad de mejorar las midot, es un mishpat – lo entendemos. Pero la dificultad, es un jok.
Para vivir bien en este mundo, basta con tener buenas midot. Para que nuestra vida tenga sentido, debemos esforzarnos para tener buenas midot.