Parashat Masei: Aprender del camino

Por Rav Igal Snertz

De cada letra de la Torá se desprenden halajot y enseñanzas. De cada una, se pueden componer infinitos libros y de cada uno de ellos, se puede obtener un sin fin de sabiduría.

Sin embargo, en esta parashá, la Torá describe todo el trayecto que hizo el pueblo judío en el desierto, y menciona los nombres de cada una de las 42 estaciones.

¿Por qué la Torá, tan escueta en sus palabras, en otros lugares, se explaya tanto acá? ¿Qué aprendemos de la descripción tan detallada de cada estación en el trayecto?

El ser humano tiene la tendencia a extender la mirada hacia el destino final del trayecto, y de percibir las dificultades en el camino, como obstáculos que debe superar. Sin embargo, cada estación del viaje está ahí para enseñarnos algo, cada inconveniente que se presenta es para fortalecernos, y cada vez que caemos, es una oportunidad para aprender de los errores − y ser mejores.

No nos lamentemos del pasado: aprendamos de él. No nos desesperemos por el presente: aprovechemos el momento para crecer.

Cada estación que atravesamos es una oportunidad: de abrir los ojos y aprender