Parashat Toldot: Ser o Hacer

Yaacov y Esav eran muy diferentes a pesar de ser mellizos.

Esav se mostraba bueno frente a su padre, le preguntaba preguntas de Torá y lo respetaba mucho. Pero Yaacov era bueno.

Esav se representa por el cerdo, el único animal que tiene el requisito de cashrut externo (tiene pesuñas) y no el interno (no es rumiante). El cerdo muestra solo sus pesuñas (como símbolo de cashrut) – no muestra su interior – y dice “soy casher”.

Esav declara “soy casher” y él mismo lo cree. Porque para él, lo importante es lo que muestra y no lo que es en su interior.

¿Cómo llama Esav a la comida? Según su apariencia y su color – “min haadom haadom hazé” – “dame de eso rojo”. Esav se enfoca en la apariencia de las cosas, no en su esencia.

El Saba MiNovardok explica que la actitud que tuvo Esav con la comida es tan representativa, que se transformó en su nombre: “Edom”.

Vivimos en una generación que tiende a enfocarse demasiado en la apariencia. ¿Cuánto tiempo, dinero o pensamiento invertimos en la preocupación de cómo nos ven los demás?

Hoy en día, es fácil caer en la filosofía errónea de Esav, incluso en temas de valores y educación. El enfoque puede estar dirigido, sin darnos cuenta, a la apariencia, a querer pertenecer o a ser aprobado.

Por otra parte, podemos desesperarnos si un hijo no muestra una buena imagen, aunque en su interior tenga buenas cualidades.

La midá que representa a Yaacov es Emet, la integridad, no fingir o esconderse detrás de una máscara.

Hay que ser, no basta con hacer.