Parashat Tetzavé – Purim: La burla de la burla

Esta parashá nos enseña con detalles, cómo eran las vestimentas de los cohanim. Eran muy refinadas, con la intención y el objetivo de reconocer y darle respeto a su labor: “lecavod u letiferet“.

El respeto externo que se da a las cosas importantes influye en nuestros sentimientos internos, y nos ayuda a sentir su importancia.

Por eso, está escrito en Mesilat Yesharim (cap. 19) sobre la importancia de respetar las mitzvot a las que estamos obligados. Usamos un fino talit, nos dedicamos a preparar buenos alimentos para shabat y fiestas, respetamos a los estudiantes de Torá y cuidamos los libros.

El principio básico de la Torá es tomar la vida en serio, y el respeto – es la clave para lograrlo.

Sin embargo, en Purim no nos comportamos de una manera demasiado honorable… Se promueve tomar vino y relajarse más de la cuenta. Parece ser lo contrario de todo lo que indica la Torá. ¿A qué se debe ese cambio?

La filosofía de Amalek propone que nada es importante y nada merece respeto.  Según Amalek, todo pasa por casualidad y no tiene un propósito. Todas las personas son iguales hasta el punto en que los jóvenes no están obligados a respetar a los mayores y a los sabios. Según Amalek, vestirse y hablar en forma vulgar es parte de “pertenecer”: el centro de la vida es buscar el placer del momento, sin preocupaciones.

En Purim, gana la filosofía del respeto frente a la filosofía del desprecio. Se demuestra que el mundo tiene un propósito y que todo pasa por alguna razón.

La manera de celebrarlo, explica el Rav Itzjak Hutner, es burlarse de la filosofía que se burla de todo. Porque la burla de la burla es algo muy serio.