Parashat Vaishlaj: Robos “pequeños”

Yaacov está a punto de reencontrarse con su hermano Esav. Tiene miedo, porque Esav viene con la intención de matarlo. Yaacov, sin embargo, encuentra el tiempo para volver atrás y recoger pequeños objetos que había olvidado.

¿Acaso esos objetos eran tan importantes? ¡Casi no tenían valor!

Explica la guemará: “Los tzadikim valoran sus propiedades porque se cuidan de no robar”.

No robar es una prohibición básica ¿por qué alabar a los tzadikim, que no roban? Y ¿qué relación hay entre no robar y que los tzadikim valoren su dinero?

No robar es una prohibición básica, efectivamente. Pero está prohibido robar incluso una suma mínima. En esos casos, el que trasgrede y roba, no roba por la tentación de obtener un beneficio. ¿Por qué razón, una persona podría permitirse a si misma robar algo que casi no tiene valor?

El que roba sumas mínimas, muestra un desprecio, no siente la importancia de las cosas. El tzadik, en cambio, sabe valorar los recursos: nada es casual, todo lo que tenemos es una herramienta para un propósito trascendente. Por lo mismo, el tzadik entiende que las propiedades que poseen los demás, independientemente de su valor monetario, son valiosas para usarlos con un objetivo trascendente, y se cuida de no robar en absoluto.

Vivimos en una generación en la que el desprecio está de moda, es la cultura que se quiere imitar. Se desprecian los recursos, las oportunidades, las personas y al tiempo – la esencia de la vida misma.

Cuidar de no dañar al prójimo, aun en pequeñeces, nos ayuda a valorar al máximo la vida.