Parashat Vayakel: No (te) prendas fuego

Por Ilan Orchansky, avrej del kolel Efshar Letakén, de Jerusalem

La Parasha de esta semana comienza con Moshe reuniendo a todo el pueblo para ordenar la construcción del Mishkán, según las instrucciones que habían sido dadas en las parashiot anteriores.
 
Moshe da estas primeras órdenes al pueblo: “durante seis días se hará labor, mas el séptimo día será para ustedes santo, un día de completo descanso para Hashem…” y continúa “no prenderán fuego dondequiera que habiten en el día de Shabat”.  
 
Antes de analizar el versículo un poco más en profundidad, expliquemos un punto más. Aparentemente para que el séptimo día, Shabat, sea un día de descanso, es necesario que los otros seis días, sean de labor, de trabajo.         

En el rezo de Minja de Shabat, que es el momento más elevado del día ya que hemos transitado la mayoría, decimos lo siguiente sobre: “…es un día de reposo, de paz y serenidad, de tranquilidad y seguridad, un reposo perfecto…”.

¿Cómo podemos lograr este reposo perfecto en Shabat? ¿Qué labor debemos hacer durante los otros seis días?

El Zohar en un nivel más profundo, nos enseña lo siguiente: “este versículo nos viene a advertir sobre el enojo y las discusiones en Shabat, que son como prender fuego”. Y el sentido de las palabras es que no haya ningún tipo de separación en Shabat.           
 
Pasemos entonces a responder las preguntas, aunque ya puedan ser un tanto obvias las respuestas.
 
Un día de reposo perfecto, de paz y serenidad en Shabat podría lograrse eliminando de nosotros el enojo, tratando de evitar todo tipo de discusiones con otras personas y principalmente con nuestra/o esposa/o e hijos. Puede parecer una tarea fácil, pero justamente enseñan nuestros Sabios que el momento de mayor dificultad con la pareja son los minutos previos a que empiece Shabat. Justamente cuando el mundo está llegando a su día de mayor santidad, el yetzer hara se llena de fuerzas para evitar que empecemos el día tranquilos y elevados.
 
Por otro lado, para alcanzar esa serenidad, tranquilidad y paz, no es suficiente con quererlo, con desearlo. Debemos trabajar y trabajarnos durante los otros seis días de la semana para que el yetzer no nos agarre desprevenidos, para que acumulemos fuerza y entendimiento en la importancia del asunto.         
 
Más allá de que las preguntas ya fueron respondidas, quizás vale la pena recalcar que si realmente nos trabajamos y nos esforzamos en alcanzar este estado de paz y santidad durante la semana y además no (nos) prendemos fuego en Shabat (tanto en el sentido literal como metafórico de la palabra), tendremos el mérito, como dice luego la Parasha, de construir el Mishkán, nuestra propia Casa y así tener un Shabat Shalom.         
 
Para pensar: ¿Podrías identificar cuáles situaciones te hacen enojar antes de Shabat? ¿Qué crees que podrías hacer?