La parashá comienza con las palabras “Vayelej Moshé” – con sus ciento veinte años, Moshé fue ¿a dónde? “A decir esas palabras…”
La haftará comienza con las palabras “shuva Israel” – vuelvan, Israel. ¿Cómo? “Cju imajem devarim” – tomen las palabras y vuelvan a Hashem.
Para cumplir la mitzvá de tshuvá, se necesitan tres componentes principales: el arrepentimiento, la decisión firme del cambio y reconocer, verbalmente, frente Hashem el error – el vidui.
Los primeros dos componentes de la tshuvá son inseparables del proceso de cambio y por eso, son comprensibles. Pero ¿por qué es necesario el vidui?
Expresar verbalmente el error, sin justificarse ni esconderse, tiene una inmensa fuerza espiritual.
Con las palabras correctas expresadas de corazón, la persona no está inerte, está en movimiento.
En ocasiones es difícil sentir un arrepentimiento profundo por las averot. A veces, nos cuesta creer que el cambio será permanente. El vidui es el método para sentir y cambiar.
“Cju imajem dvarim veshuvu el Hashem“