Parashat Behaalotjá – La humildad emocional

“El hombre Moshé era muy humilde, más que todas las personas sobre la faz de la tierra”.

Si Hashem le dicta este pasuk a Moshé, para que lo escriba en la Torá, tiene que ser verdad. Moshé sigue siendo humilde, a pesar de saber que es humilde…

La humildad es la virtud más importante y Moshé es el más humilde de la historia. Moshé, que sabe que tiene las virtudes más grandes no deja de ser humilde. 

¿En qué consiste, entonces, la midá de la humildad?

Se dice que humilde es el que reconoce sus propias virtudes, pero se las atribuye a Hashem. Está consciente de sus logros, pero no siente que es más grande que otros por eso, porque considera esas capacidades como un regalo de Hashem.

Esta explicación, a pesar de ser verdad, no nos ayuda para entender este pasuk.

Si Hashem alaba a Moshé por su humildad, significa que Hashem sabe que Moshé obtuvo su humildad por su propio desarrollo personal y no como regalo. En caso contrario, no tendría ningún mérito por su humildad y no tendría sentido alabarlo. 

Entonces, volvemos a la pregunta:

¿Cómo es posible que Moshé siga siendo humilde, después de que Hashem mismo le declara que tiene el mérito de ser el hombre más humilde?

El Rav Israel Salanter explica que la humildad no es racional, no tiene lógica – es un sentimiento.

Cuando la persona se enoja puede reaccionar en forma desproporcionada, aunque esté consciente de estar exagerando. La razón es que la midá del enojo funciona en forma independiente de la mente – es una tendencia emocional.

Este fenómeno, no se limita a las midot negativas, como el enojo, existe también en las positivas, como la humildad.

Moshé sabía que era una persona grande, que Hashem lo eligió por sus méritos, y que era el más humilde, pero no lo sentía

Una persona que sabe que es mejor que otros, puede sentirse humilde, por una parte, si se enfoca en lo que debe mejorar en lugar de enfocarse en sus éxitos y, por otra, si se enfoca en las virtudes y no en las fallas de los demás.