Hashem desvía al pueblo judío, al salir de Egipto, hacia un camino más largo. ¿Cuál es la razón?
Dice la Torá que si continúan por el camino corto, y se enfrentan a las luchas que les esperan en el desierto, van a querer volver a Egipto.
¿Cómo puede ser que las dificultades del camino, despierten un deseo de volver a la terrible esclavitud de Egipto?
El pueblo judío presenció los milagros de la salida de Egipto, percibió la mano de Hashem protegiéndolos, una y otra vez, de las plagas que golpearon a Egipto. Todo eso no los dejó tranquilos frente a los problemas que se presentarían en el trayecto por el desierto, estancados frente al mar, sin avanzar, o cuando sientan miedo por el hambre que se avecina.
La esclavitud era terrible, los milagros maravillosos, pero todo eso se olvida frente a una dificultad en el presente…
¿Por qué los problemas del presente, obstruyen todos los recuerdos del pasado?
Una de las bases más importantes en el área del autoconocimiento, es que los impulsos y las emociones se despiertan según lo que se percibe en el presente.
En un momento de enojo con su pareja, una persona puede sentir que su pareja es en realidad una mala persona, olvidando todo lo que han compartido hasta ahora.
Una tentación en el presente, puede debilitar todas las defensas de la persona, a pesar de haber sufrido mucho por caer en tentaciones similares en el pasado.
Cuando se presenta una dificultad, nuestro trabajo es levantarnos por sobre el presente, obtener una visión panorámica de la realidad y tomar las preocupaciones, las dificultades y los placeres momentáneos, en su proporción real dentro del tiempo.