Parashat Ki-Tisá – La Individualidad y la Pandemia

Los milagros evidentes son escasos en la Historia, pero los milagros ocultos “los vemos” todo el tiempo.

La guemará dice que aquel que reza para una abundante cosecha, debe pedir antes de medirla. Una tfilá realizada a posteriori, significa pedir que se produzca un milagro al descubierto − un milagro mucho más difícil de conseguir.  

“La brajá recae sobre lo que está oculto de la vista” – dicen nuestros sabios.

Se podría pensar que esta es la razón por la cual la Torá, en nuestra parashá, prohíbe contar al Pueblo de Israel. El crecimiento del pueblo es una brajá, mucho más difícil de conseguir si es notoria.

Sin embargo, esta idea, a pesar de ser cierta, no puede explicar lo que dice la Torá.

La Torá expresa que el contar a Am Israel no solo impide la brajá de multiplicación milagrosa, sino que puede provocar lo contrario: una pandemia.

¿Por qué numerar al Pueblo de Israel es tan peligroso?

El ser humano fue creado para aportar a los demás, y para cumplir una misión que se completa cuando se suma a la misión de toda la humanidad. El orgulloso, cree que es una unidad en sí mismo, pero la verdad es que somos solo una parte integra del resto.

La numeración simboliza la separación del individuo, le crea a la persona una ilusión de importancia propia, y pone en peligro la base de nuestra misión en el mundo: aportar.

La solución para saber cuántos son los individuos, sin tener que contarlos, es que todos contribuyan con medio shekel a un objetivo común (los corbanot) y se cuenten las monedas. De esta forma, se trasmite justo lo contrario de la separación de los individuos: nuestro valor es la unión − la unión hace la fuerza.