Parashat Emor: Decir para poder decir

Por Rav Igal Snertz

La parashá comienza con la mitzvá de los cohanim de cuidar su kdushá especial. Hashem le dice a Moshé : “Emor el hacoanim” – dile a los cohanim, “veamartá aleihem” – le dirás a ellos.

¿A qué se debe la repetición dile y le dirás, “emor” y “amartá“?

Muchas veces en la Torá dice “Vaidaber Hashem el Moshé leemor“, que parece ser también una repetición de sinónimos de “decir”. En realidad, explica el Rav Hirsch, en el hebreo original de la Torá “dibur” y “amirá” no significan lo mismo:

Dibur” es una expresión que no tiene, necesariamente, un impacto en el otro. Puede ser que nadie la escuche o la entienda. Sin embargo, “amirá” es la comunicación que es recibida y aceptada por el otro. Se puede hablar (dibur) solo, no se puede decir (amirá) solo.          

Es por eso que los sabios del Talmud se llaman Amoraím, de la raíz amirá, porque su función era explicar y trasmitir las enseñanzas codificadas de la Mishná.

La expresión normal de la Torá es “Vaidaber Hashem el Moshé leemor“. Hashem dice una verdad absoluta (Vaidaber), su validez no depende de ser entendida o aceptada, pero le ordena a Moshé que la trasmita y la explique (leemor) al pueblo.

En nuestra parashá, la expresión de amirá es doble, “emor” y “amartá“.

Rashi explica, que esta repetición indica que el mensaje tiene que ser para los grandes, para que instruyan a los menores. La responsabilidad de Moshé es motivar a las personas más grandes, de modo tal, que tengan la fuerza de motivar también a los menores.

La “amirá” significa preocuparse de que el mensaje sea bien recibido. Acá no es suficiente la internalización del mensaje por aquellos que lo escuchen. Acá, se necesita que los receptores se inspiren y se transformen, por sí mismos, en trasmisores del mensaje a los demás.

Si queremos lograr que nuestros hijos tengan kdushá, no basta con preocuparnos de su espiritualidad. Las malas influencias son demasiado fuertes. La única forma de darles la capacidad de superarlas, es motivarlos a que sean, ellos mismos, buenas influencias hacia los demás.