El calendario judío ya se estableció hace casi 2000 años, aunque, en realidad, el calendario original es dinámico y flexible. Los sabios deben determinar cada mes si éste tendrá 29 días o 30. Los años tampoco son fijos, los sabios tienen que decidir si el año tendrá 12 meses, o deben convertirlo en un año bisiesto, de 13 meses.
“Estas son las festividades asher tikreú otam“. La última palabra (en la Torá no se escriben las vocales) se lee con un segundo sentido “tikreú atem” – que establecerán ustedes.
Es increíble que las fechas en las que caen las festividades no están determinadas desde el cielo, sino que dependen de las decisiones que se toman en la tierra. ¿Cuándo cae Yom Kipur, el día que Hashem perdona los pecados? Cuando los sabios lo decidan…
La posibilidad que Hashem le dio al ser humano de dominar el tiempo, representa la posibilidad del ser humano de dominar la naturaleza. La persona que se eleva y crece, puede modificar y cambiar su propia naturaleza.
Shabat, a diferencia de las fiestas, es fijo, no depende de la decisión de nadie. Los días de la semana son reconocidos universalmente y representan, justamente, lo que no podemos cambiar.
Si Shabat es tan diferente ¿por qué aparece en la parashá la mitzvá de Shabat, junto con todas las fiestas?
El Rav Israel Salanter dice, que las tendencias negativas que tiene una persona particular, se pueden eliminar de raíz. Sin embargo, cuando la tendencia es universal, y la comparte con todos los seres humanos, digamos, el deseo de comer, no se puede eliminar por completo.
Cuando se recuerda Shabat en la parashá, que trata de la autoridad humana de intervenir en el calendario, la Torá nos indica que también en las tendencias básicas y universales del ser humano, hay un espacio para cambiar.
No podemos cambiar los días de la semana, tanto como no podemos cambiar las cualidades básicas de la raza humana. Pero tal como podemos santificar el Shabat y comportarnos en forma más elevada un día a la semana, podemos también santificar nuestras tendencias básicas y canalizarlas para que se manifiesten de a una forma sana y equilibrada.
Podemos cambiar.