Por Rav Igal Snertz
Los goim critican la mitzvá de pará adumá − no le encuentran sentido. Por eso, dice Rashi, Hashem la llama un “jok” – una ley que, aunque no la entendamos, no podemos dudar de ella.
¿Qué solución es esa? El argumento de los goim es que estamos haciendo algo sin sentido. ¿Qué responderles? ¡Que efectivamente así es!
No está a nuestro alcance entender las mitzvot que son jukim. Sin embargo, es entendible que existan mitzvot que no entendemos… por qué podríamos pretender que nosotros, los seres humanos, entendemos todo lo que hace el Creador.
No entendemos el beneficio al cumplir cada una de las mitzvot, pero podemos entender el beneficio general, que nos proporciona el cumplir mitzvot que no entendemos.
Las circunstancias de vida pueden ser diferentes de lo que nos gustaría y la realidad puede decepcionarnos frente a nuestras expectativas.
¿Qué nos permite aceptar lo incambiable? ¿Qué hacer para evitar la frustración?
Aceptar lo que no nos gusta o no entendemos, es una capacidad que se puede adquirir. Es una habilidad que, como una herramienta, no es correcto usarla siempre y en todas las áreas. El que tiene la habilidad de saltar alto, no salta todo el tiempo. Sin embargo, esa capacidad adquirida le permite la posibilidad de usarla, cuando le parezca conveniente.
En la vida, nos enfrentamos a desafíos o a todo tipo de personas y circunstancias que no elegimos y que a veces no entendemos o no nos gustan. Sería maravilloso que siempre pudiéramos cambiar la situación, pero la pregunta es cómo nos sentimos cuando no podemos cambiar o entender. En ese caso, nos ayuda tener la “habilidad” de aceptar, para no sufrir en demasía.
Para educar a nuestros hijos debemos explicarles la razón de las reglas. Sin embargo, en muchos casos, especialmente cuando son niños pequeños, eso es imposible. No podemos explicar a un niño de un año por qué no puede tocar el fuego o treparse por la ventana.
Alguien que toma un remedio, no entiende todo el proceso químico o fisiológico que le va a producir en su cuerpo y tampoco le gusta tomarlo, pero como adulto ya sabe que debe confiar y aceptar.
Prohibirle al niño hacer cosas que no entiende, le permite adquirir la habilidad de aceptar reglas que no entiende. Esa enseñanza le ayuda a vivir mejor, le da la capacidad de seguir adelante y no frustrarse cuando se enfrente a situaciones que no puede cambiar.
Es una habilidad que Hashem nos enseña a nosotros, sus hijos, a través de los jukim. ¿Por qué Hashem no nos explica la razón de los jukim? Porque si entendiéramos, perderíamos la oportunidad de desarrollar esa gran habilidad para la vida.
Podemos entender lo inentendible, entender que no entender, nos produce un gran beneficio.