Por Rav Igal Snertz
וְשַׁבְתָּ עַד ה’ אֱלֹהֶיךָ וְשָׁמַעְתָּ בְקֹלוֹ כְּכֹל אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוְּךָ הַיּוֹם אַתָּה וּבָנֶיךָ בְּכָל לְבָבְךָ וּבְכָל נַפְשֶׁךָ
(דברים ל, ב)
Hashem nos reveló lo que espera de nosotros, y cuál es nuestra tarea en este mundo: cumplir las mitzvot.
Todo el estudio de la Torá, la Guemará y la Halajá, está enfocado en entender cómo cumplir cada una de las mitzvot.
Por lo tanto, también el proceso de tshuvá consiste en lo mismo: mejorar el cumplimiento de las mitzvot.
Sin embargo, este pasuk relata la tshuvá como “Volverás hasta Hashemtu Dios, y escucharás Su voz, todo lo que te ordeno hoy… con todo tu corazón y con toda tu alma”. Es decir, la tshuvá comienza antes del cambio práctico, antes de mejorar el cumplimiento de las mitzvot. La tshuvá comienza al escuchar:
El que siente que todavía no puede cambiar. El que ha intentado una y otra vez, pero vuelve a caer. El que ni siquiera ha estudiado y no sabe cómo se cumplen las mitzvot.
¡No rendirse! Todos ya están haciendo tshuvá, si tan solo deciden, de ahora en adelante, estar más atentos a Su voz. Querer cumplir, incluso antes de lograrlo, es la base de la tshuvá.
Pero esta disposición tiene que ser sincera, tiene que ser “con todo tu corazón y con toda tu alma“.
Así, sentirás como llegas a Hashem.