El tiempo pasa lentamente cuando estamos en espera de cumplir un deseo determinado y las circunstancias nos impiden conseguirlo de inmediato, como un niño que está en clase y desea salir al recreo. Para él, cada minuto es una eternidad. En situaciones dolorosas o cargadas de tedio, las horas parecen arrastrarse. Lo contrario sucede cuando nos divertimos ― el tiempo vuela.
Yaacov Avinu se comprometió a trabajar durante siete largos años, para desposar a Rajel. Tenía todas las razones para sentir resentimiento y perder su voluntad. Debía desperdiciar su tiempo y sus fuerzas en realizar la labor quebrantadora de pastorear el ganado de Laván. ¿Cómo concibió Yaacov ese período? “Yaacov trabajó siete años por Rajel y, en sus ojos, fueron como pocos días ― por su amor a ella”.
¿Qué hizo que Yaacov escape a la lógica común?
¿Cómo largos años de trabajo se percibieron como pocos días?
Yaacov entendió que Dios consideraba que su desarrollo personal requería ese arduo trabajo y lo aceptó con alegría. En su caso, el trabajo se convirtió en un objetivo en sí mismo, le fue posible concentrarse en él y generar simjá: “en sus ojos fueron como pocos días”. Una vez que el proceso tiene una razón de ser, es ilógico angustiarse por la espera.
Una persona que estudia medicina con la mira hacia el día en que colgará su diploma y conseguirá dinero trabajando como médico, sufre durante todos los años de estudio. Siente frustración por todo el tiempo y el esfuerzo que debe “desperdiciar”. Preferiría recibir el título de inmediato. Por otra parte, si estudia con el objeto de ser un médico experto y profesional, el estudio mismo es lo que persigue. El tiempo deja de ser un obstáculo, una barrera que lo separa de su meta, y se transforma en el objetivo mismo. Si le ofrecieran recibir el título sin estudiar ni rendir los exámenes pertinentes, no lo aceptaría.
Si adquirimos conciencia clara que cada paso del proceso es, en sí mismo, un logro que nos beneficia enormemente, cada uno de tales pasos generará una nueva motivación para seguir adelante. Esta nueva perspectiva nos traerá simjá en todos los caminos de nuestra vida.