Parashat Vaikrá: Sacrificarse para acercarse

Por Rav Igal Snertz

Esta parashá comienza con el tema de los corbanot, la mitzvá de los sacrificios.

La palabra corbán tiene un doble sentido: por un lado significa sacrificio y por el otro, la palabra viene de la raíz carov, que significa cercanía.  

Nos acercamos a lo agradable y a lo que nos causa placer, mientras que el sacrificio es desagradable y nos produce rechazo y distancia. ¿Cómo puede ser que la misma palabra signifique las dos cosas, al mismo tiempo? ¿Cómo algo que implica un sacrificio puede acercar?

La respuesta es que para acercarse a algo hay que alejarse de las otras cosas. La unión con la pareja, por ejemplo, es posible, solo si hay una separación del resto.

Para concentrarse en un tema de estudio, es necesario estar “distraído” del resto de los temas. Es imposible interesarse por todo, al mismo tiempo. Para “acercarse” a una idea, es necesario estar dispuesto a “sacrificar” y abandonar los otros intereses.

El corbán de un animal simboliza la disposición de sacrificar la parte animal del ser humano, para acercarse, por medio de su parte espiritual, a Hashem.

No necesitamos ignorar nuestras necesidades físicas, ni tampoco renunciar a comodidades mundanas, cuando éstas no interfieren con el crecimiento espiritual. Pero, para acercarse a Hashem hay que estar dispuesto a sacrificar y abandonar todo lo que nos produzca un tropiezo en el camino.

La única forma de despertar motivación por lo importante, es estar dispuesto a sacrificar lo menos importante, cuando eso es necesario.

Una vida con motivación, es una vida con sacrificio.